HIERRO
El hierro es un componente inorgánico de la alimentación que desempeña un papel importante en el organismo. Este mineral es necesario para la producción de hemoglobina y de glóbulos rojos, alrededor de un 75% de la sangre y forma parte de algunas enzimas que intervienen en el metabolismo celular. La hemoglobina que interviene en el transporte del oxigeno por los glóbulos rojos en la sangre. Los pulmones no podrían captar el oxígeno y transportarlo a todas las células sin la presencia del hierro. Los alimentos más ricos en hierro son: la carne roja, pollo, pescado, riñones, el hígado, los mejillones y ostras, moluscos, los huevos, las legumbres (las habichuelas o frijoles, las habas, la soja), los frutos secos, el perejil, las espinacas y los cereales. Para mejorar la absorción del hierro, es bueno consumir al tiempo alimentos que contengan vitamina C. Por el contrario, hay otros que son inhibidores de su absorción, como lo son el café, el té, la clara de huevo y el salvado de trigo. La carencia de ese oligoelemento puede frenar la producción de glóbulos rojos, ocasionar fatiga y aumentar la sensibilidad a diversas afecciones respiratorias. Su déficit provoca la anemia ferropénica, una mala síntesis de las proteínas, deficiencia inmunitaria, menor respuesta al estrés y alteraciones de la conducta. La Cantidad Diaria Recomendada (C.D.R.) es de 10 a 15 miligramos, aunque estas cantidades dependen de la edad y de las necesidades de cada etapa de la vida, siendo necesario un mayor aporte durante el embarazo y la lactancia, pudiendo llegar hasta los 40 mg./día.
